“Le damos tanta importancia a nuestra propia vida que tendemos a creer que su historia comienza con nuestro nacimiento. Primero no había nada, entonces nací yo... Pero no es así. Las vidas humanas no son pedazos de cuerda que podemos separar del nudo que forman con otros pedazos de cuerda para enderezarnos. Las familias son tejidos. Resulta imposible tocar una parte sin hacer vibrar el resto. Resulta imposible comprender una parte sin poseer una visión del conjunto. - Vida Winter”
“No me parece que la luciérnaga extraiga mayor suficiencia del hecho incontrovertible de que es una de las maravillas de este circo, y sin embargo basta suponerle una consciencia para comprender que cada vez que se le encandila la barriguita el bicho de luz debe sentir como una cosquilla de privilegio. De la misma manera a la Maga le encantaban los líos inverosímiles en los que andaba metida siempre por causa del fracaso de las leyes en su vida.”
“Cuando se nos enseñó a mirar con atención rincones y trozos insignificantes de la ciudad con el ojo fotográfico -una caja de fósforos junto a la rueda de un coche, un pedazo de puerta al sol, una pierna que sube la escalera-, comprendimos que nuestros ojos están ciegos.No nos sirven nada mas que como lazarillos para cruzar las calles, no tropezar con otros y ganarnos la vida.”
“Son esos pequeños detalles los que forman parte del dibujo de mi vida, como esos tapices tejidos a mano que son especiales precisamente por los pequeños defectos de la trama, por esos agujeritos, nudos e imperfecciones que los hacer irrepetibles.”
“...pero con el tiempo descubrí que no sirve de nada tratar de cambiar las cosas y que lo mejor que puedo hacer es limitarme a vivir la vida en paz, sin pensar en el mañana.”
“Las cosas hermosas, las obras de arte, los objetos sagrados, sufren, como nosotros, los efectos imparables del paso del tiempo. Desde el mismo instante en que su autor humano, consciente o no de su armonía con el infinito, les pone punto y final y las entrega al mundo, comienza para ellas una vida que, a lo largo de los siglos las acerca también a la vejez y a la muerte. Sin embargo, ese tiempo que a nosotros nos marchita y nos destruye, a ellas les confiere una nueva forma de belleza que la vejez humana no podría siquiera soñar en alcanzar.”