“Pero, si algún día no vienes a la hora del desayuno, si te sorprendo a través de algún espejo buscando otra mirada, si el teléfono repiquetea en vano en tu habitación desierta, entonces, después de indecibles angustias (pues la locura del corazón humano no tiene fin) buscaré otro ser como tú, encontraré a otro ser que se te parezca. Entretanto, tratemos de abolir de un solo golpe el tictac del tiempo. Aproxímate más a mí.”