“¿Por qué, Enrique, no les volverás a ver? Esto depende de ti.”
“Preguntaréis por qué su poesía no nos habla del sueño, de las hojas, de los grandes volcanes de su país natal? Venid a ver la sangre por las calles,venid a ver la sangre por las calles, venid a ver la sangre por las calles!”
“El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: ‘Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él’. Pensé: ‘No regresará jamás; no volverá nunca.”
“—Eso no suena nada sospechoso —dijo—. ¡Y luego te preguntas por qué la gente habla de ti!—No me pregunto por qué hablan —dije—. Me pregunto qué dicen.”
“La gente me pregunta "por qué no lo dejas?". El hecho es que no me puedo retirar hasta que no estire la pata. Creo que no acaban de entender lo que gano con todo esto. No lo hago sólo por el dinero ni por ti. Lo hago por mi.”
“¿y esto a santo de qué? ¿Por mi primer día?No, pensé que te haría feliz, eso es todo.”