“Han pasado los años, y a la larga he terminado por asumir mi identidad: yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano, y en los estadios suplico: una linda jugadita, por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece.”
“Hacía pocos años que yo había perdido a Dios. Se me había roto el espejo. Dios tenía los mismos rasgos que yo le ponía y decía las palabras que yo esperaba. Mientras fui niño me puso a salvo de la duda y de la muerte. Había perdido a Dios y no me reconocía en los demás.”
“De acuerdo con los términos de este breve pero jugoso manifiesto capitalista, la ley de la selva es el código que naturalmente rige la vida humana y la injusticia no existe, puesto que lo que conocemos por injusticia no es más que la expresión de la cruel armonía del universo: son países son pobres, son pobres porque... son pobres; el destino está escrito en los astros y solo nacemos para cumplirlo: unos, condenados a obedecer; otros señalados para mandar. El autor fue el artífice de la política del Fondo Monetario Internacional en Brasil.”
“Años más tarde aprenderé que un cuerpo vacío de vida no es la muerte. Un cuerpo vacío de vida es nada más que un cuerpo vacío de vida. Sabré que la muerte está en la vida, como fin anunciado de la gente que uno quiere y las experiencias que lo hacen a uno feliz: que asoma, como la transpiración, por los poros. Que un cadáver es el único cuerpo donde la muerte no está.”
“Ni los dioses ni los diablos han condenado a Colombia a pena de violencia perpetua. La violencia tiene causas terrestres, y no es una fatalidad del destino. Yo amo a ese país, y soy uno de los muchos que queremos dar fe de la solidaridad que merece ese pueblo y su contagiosa capacidad de belleza y alegría. Ojalá podamos ayudar a que los colombianos rompan esas jaulas de la violencia, nacida de la injusticia social, la impunidad y el miedo, y a pleno pulmón respiren los vientos de libertad que con tanto sacrificio han ganado.Vuela mi siempre abrazo, desde Montevideo, abril del año 2013”
“El Poder es capaz de todos los crímenes menos de los que requieren coraje. Devora héroes y caga locos. Hasta los postes del telégrafo se inclinan a su paso. El Poder inaugura cárceles el día primero de cada mes. El enemigo quiere un mundo sin dueños ni prohibiciones y el Poder advierte: el enemigo pretende hacernos creer que no existe pero, ¿quién no es peligroso para el orden público? El enemigo se infiltra, anida, intoxica, asedia: huele a azufre, tiene cuernos, es nocturno y joven y numeroso.”
“No es necesario saber leer y escribir para escuchar la radio de transistores o mirar la televisión y recibir el cotidiano mensaje que enseña a aceptar el dominio del más fuerte y a confundir la personalidad con un automóvil, la dignidad con un cigarrillo y la felicidad con una salchicha.”