“Y los días se echaron a caminar. Y ellos, los días, nos hicieron. Y así fuimos nacidos nosotros, los hijos de los días, los averiguadores, los buscadores de la vida. (El Génesis, según los mayas)”
In this quote from Eduardo Galeano, he highlights the importance of time and the passing of days in shaping who we are as individuals. The metaphor of days walking reflects the idea that each day brings new experiences and opportunities for growth. By referring to humans as "los hijos de los días" (the children of the days), Galeano emphasizes our connection to the passage of time and our constant pursuit of knowledge and understanding in life. This quote captures the essence of the human experience as one of continual discovery and exploration.
In this quote by Eduardo Galeano, the idea of being born from the passage of time itself serves as a reminder of our connection to our ancestors and the importance of understanding our roots. Just like the days that walk before us, we are shaped by the experiences and knowledge passed down through generations. Embracing our history and heritage allows us to better understand ourselves and our place in the world.
"And the days began to walk. And they, the days, made us. And so we were born, the children of the days, the seekers, the searchers of life. (The Genesis, according to the Mayans)" - Eduardo Galeano
Reflecting on this quote from Eduardo Galeano, consider the following questions:
“Los días eran soleados otra vez, y el frío permanente de mis huesos se esfumó.”
“Los días naturales se habían alargado hasta las sesenta horas: casi dos días de oscuridad y luego dos días de luz.”
“Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.”
“Lo que es preciso subrayar es el aspecto frívolo de la población y de la vida. Pero se pasan los días fácilmente en cuanto se adquieren hábitos, y puesto que nuestra ciudad favorece justamente los hábitos, puede decirse que todo va bien.”
“El ardor de ese beso no los abandonó en muchos días y llenó de fantasmas delicados sus noches, dejando su recuerdo en la piel, como una quemadura. La alegría de ese encuentro los transportaba levitando por la calle, los impulsaba a reír sin causa aparente, los despertaba sobresaltados en la mitad de un sueño. Se tocaban los labios con las puntas de los dedos y evocaban exactamente la forma de la boca del otro.”