“Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden de vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".”

Eduardo Hughes Galeano

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“—Ella es puro fuego… un fuego ahogado por las sombras de la moral y la imposición de la conducta. ¿Sabes lo que sucederá con ese fuego una vez que este matrimonio se concrete? —su madre permaneció en silencio, tratando de interpretarlo, pero cada día le resultaba más difícil—. Se habrá extinguido. Como la nube oscura acaba con el sol”. Justin Bacon, "Malas intenciones".”


“Cada uno entra en la muerte de un modo que se le parece. Algunos, en silencio, caminando en puntillas; otros, reculando; otros, pidiendo perdón o permiso. Hay quien entra discutiendo o exigiendo explicaciones y hay quien se abre paso en ella a las trompadas y puteando. Hay quien la abraza.”


“El sacrilegio (1946)Bartolomé Colón, hermano y lugarteniente de Cristóbal, asiste al incendio de carne humana.Seis hombres estrenan el quemadero de Haití. EL humo hace toser. Los seis están ardiendo por castigo y escarmiento: han hundido bajo tierra las imágenes de Cristo y la Virgen que fray Ramón Panè les había dejado para su protección y consuelo. Fray Ramón les había enseñado a orar de rodillas, a decir Avemaría y Paternóster y a invocar el nombre de Jesús ante la tentación, la lastimadura y la muerte.Nadie les ha preguntado por qué enterraron las imágenes. Ellos esperaban que los nuevos dioses fecundaran las siembras de maíz, yuca, boniatos y fríjoles. El fuego agrega calor al calor húmedo, pegajoso, anunciador de lluvia fuerte.”


“El sacrilegio (1496).Bartolomé Colón, hermano y lugarteniente de Cristóbal, asiste al incendio de carne humana.Seis hombres estrenan el quemadero de Haití. EL humo hace toser. Los seis están ardiendo por castigo y escarmiento: han hundido bajo tierra las imágenes de Cristo y la Virgen que fray Ramón Pané les había dejado para su protección y consuelo. Fray Ramón les había enseñado a orar de rodillas, a decir Avemaría y Paternóster y a invocar el nombre de Jesús ante la tentación, la lastimadura y la muerte.Nadie les ha preguntado por qué enterraron las imágenes. Ellos esperaban que los nuevos dioses fecundaran las siembras de maíz, yuca, boniatos y fríjoles. El fuego agrega calor al calor húmedo, pegajoso, anunciador de lluvia fuerte.”


“Estuviera donde estuviese, siempre era el centro de todas las miradas.— Kvothe frunció el ceño—. No me interpretéis mal. No quiero decir que fuera llamativa, ni vanidosa. Si miramos el fuego es porque parpadea, porque resplandece. Lo que atrae nuestra mirada es la luz, pero lo que hace que un hombre se acerque al fuego no tiene nada que ver con su resplandor. Lo que te atrae del fuego es el calor que sientes cuando te acercas a él.”


“Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar. (El derecho al delirio)”