“Si no sabes dónde estás ni a qué clan perteneces,¿cómo piensas hallar el equilibrio?”
“Dónde está el niño que yo fui,Sigue adentro de mí o se fue?Sabe que no lo quise nuncaY que tampoco me quería?Por qué anduvimos tanto tiempoCreciendo para separarnos?Por qué no morimos los dosCuándo mi infancia se murió?Y si el alma se me cayóPor qué me sigue el esqueleto?”
“Dónde está el niño que yo fui, sigue dentro de mí o se fue?Sabe que no lo quise nuncay que tampoco me quería?Por qué anduvimos tanto tiempo creciendo para separarnos?Por qué no morimos los dos cuando mi infancia se murió?Y si el alma se me cayópor qué me sigue el esqueleto?”
“[...] creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, estás convencido de haber encontrado la clave que te permitirá entender y enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece perfecto, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué responder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece...”
“Si todo el mundo piensa igual es que alguien no está pensando.”
“– Dime, Catarro, ¿por qué si uno sabe nadar flota sin moverse y cuando no sabe se hunde?– El miedo pesa, hijo.”