“Le di mi corazón, lo cogió, lo pisoteó hasta dejarlo sin vida y me lo devolvió luego.”
“Si le das el corazón a alguien y luego muere, ¿se lo lleva consigo?”
“-Tú no tienes corazón -me dice el alto SS.-Sí lo tengo -le respondo. Y de golpe me siento orgulloso porque he sido lo suficientemente fuerte para salir en defensa de mi corazón.”
“Hago lo que quiero - afirmó Garp -. No le pongas otro nombre. Sólo hago lo que me da la gana... y eso es precisamente lo que hizo mi madre toda su vida, o sea lo que quería hacer.”
“Bajo la luna, bajo las estrellas, bajo el cielo. Siempre obedeceré lo que mi corazón me dicte y no lo que mi razón me diga. Eso hará mi felicidad.”
“Lo que no está en mi corazón, no lo escribirá mi pluma.”