“¡Oh, Dios mío, es inconcebible! ¡No puedo vivir sin mi vida! ¡No puedo vivir si mi alma!”
“Si es cierto que yo te maté, persígueme. Se asegura que la víctima persigue a su asesino. Hazlo, pues, sigueme, hasta que me enloquezcas. Pero no me dejes solo en este abismo. ¡no puedo vivir sin mi vida! ¡no puedo vivir sin mi alma!”
“-No puedo vivir sin ti-Sí que puedes.-Puedo pero no quiero”
“No puedo vivir ni contigo ni sin ti.”
“¿Es amor? No lo sé. No creo en el amor. Creo en la necesidad. Necesito comer para alimentarme, y si ella no está conmigo, si está enfadada, si no la veo, no puedo comer. Necesito respirar para vivir, y cuando pienso que ella no está conmigo, que está lejos, con otra persona, no puedo respirar. Necesito dormir, y si ella no está a mi lado, no puedo cerrar los ojos. En definitiva, necesito que esté a mi lado, que sea feliz, que me necesite como yo la necesito a ella para poder vivir.”
“¿Has estado con frecuencia en Rivendel? -le dijo Frodo.Sí -respondió Trancos-, viví allí un tiempo, y vuelvo siempre que puedo. Mi corazón está allí, pero mi destino no es vivir en paz, ni siquiera en la hermosa casa de Elrond.”