“Si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le odiara con un odio que convirtiera mi vida en hiel, nunca hubiera levantado la mano contra él. [...] nunca le hubiera echado de su compañía, mientras ella la deseara. En el momento en que el afecto desapareciera, yo le hubiera arrancado el corazón y bebido su sangre. Pero hasta entonces [...] me hubiera dejado morir a pedazos antes de tocar un solo pelo de su cabeza.”
“El pensar en él llena toda mi vida. Si el mundo desapareciera y él se salvara, yo seguiría viviendo, pero si desapareciera él y lo demás continuara igual, yo no podría vivir”
“Me siento igual a él; pese a la distancia en rango y riqueza que nos separa, comprendo el lenguaje de su semblante y de sus gestos: hay algo en mi corazón y en mi cerebro, en mi sangre y en mis nervios, que me conecta mentalmente con él. [...] Lo único que eso significa es que tenemos ciertos gustos y sentimientos comunes. Debo, pues, repetirme hasta la saciedad que nunca estaremos juntos. Y reconocer que, mientras sea capaz de pensar y de respirar, no dejaré de amarle.”
“Aunque él la amase con toda la fuerza de su mezquino ser, no la amaría tanto en ochenta años como yo en un día”
“Si él la amase con toda la fuerza de su alma mezquina, no la amaría en ochenta años tanto como yo en un día.”
“Mi manera de amarte es sencilla: te aprieto a mí como si hubiera un poco de justicia en mi corazón y yo te la pudiese dar con el cuerpo.”
“Nunca me olvidare de cómo me sentí cuando tomo aliento, cuando le volvió el color a la piel rápidamente. Era como si el mundo entero se hubiera partido en dos, y todo lo que yo sentía que faltaba: el sentimiento, el colorido… Todo aquello me llegara con su primer aliento. La llame Blue para acordarme siempre de aquel momento, para no olvidarlo nunca.”