“Normalmente vamos por la vida reyéndonos constantemente lo que nos decimos. «Estoy bien», decimos. «Estoy genial.» Pero de vez en cuando la verdad se te echa encima y no puedes sacudírtela. Entonces te das cuenta de que a menudo esa verdad no es una respuesta, sino una pregunta. Incluso ahora, me pregunto hasta qué punto me convence mi vida.”