“Las verdaderas penas, esas que te cambian la vida, nunca desaparecen completamente por más que pretendas ignorarlas. Siempre se quedan contigo como una reuma constante que te ataca sin piedad cuando hace frío o llueve”
“-Voy a salir de aquí sin decir adiós y te voy a dejar acostado en esa cama medio desnudo. Eso es sexy ¡Soy una mujer despiadada! Moderna, que cena hombres y los escupe por las mañanas. Esa soy yo.-¿Eres una antropófaga bulímina? - dijo tratando de contener la risa.”
“Condones, estábamos hablando de condones. No tengo nada en contra de ellos, son una invención muy práctica. ¿Sabías que hay registros sobre los egipcios y los condones? Pero tú no eres egipcio, sino ruso, aunque obviamente el gentilicio no tiene nada que ver con esto…¿Podrías besarme para que me calle de una vez?”
“Linda Williams dice algo muy interesante en su libro Hard Core. Afirma que una de las fantasías más tradicionales de la pornografía masculina es la violación que se convierte en éxtasis, y en que la mujer acaba disfrutando. Los hombres siempre fantasean sobre la débil frontera entre el 'no' y el 'sí' de una mujer. Este es el clásico dilema de la violación en nuestra sociedad sexista: la sospecha de que la víctima quiere ser victimizada. Esta es la razón por la que la violación en los juzgados siempre es un tema difícil, y sigue siendo uno de los crímenes donde más se desconfía de la veracidad de las víctimas.”
“La vida había continuado después, la vida continúa siempre. Te da razones para llorar y razones para reír. Es la vida, Joséphine, confía en ella. La vida es una persona, una persona que hay que tomar por compañera. Entrar en su corriente, en sus remolinos, a veces te hace tragar agua y te crees que vas a morir, y después te agarra por el pelo y te deja más lejos. A veces te hace bailar, otra te pisa los pies. Hay que entrar en la vida como se entra en un baile. No parar el movimiento llorando por uno, acusando a los demás, bebiendo, tomando pastillitas para amortiguar el choque. Bailar, bailar, bailar. Pasar las pruebas que te envía para hacerte más fuerte, más determinada.”
“Por favor, no te enfades conmigo los días en que no te reconozca. Los dos sabemos que llegarán. Piensa que te quiero, que siempre te querré, y que ocurra lo que ocurra, habré tenido la mejor vida posible. Una vida contigo.”
“Todavía siento que en muchos ámbitos de nuestra sociedad, si no eres santa y sumisa, si protestas, reivindicas, si molestas y te revelas, te señalan indicando que eres conflictiva, que eres peligrosa. (...) Ser feminisita me parece tan lógico como ser antiracista o antihomófobo.”