“Sigues dejándome. Me dejas esperando por ti una y otra vez cuando daría cualquier cosa por que te quedaras, y me está matando.”
“¿Menores?¿Menores? Seguro.Menores y a la vez mayores.Apenas si han visto nada de la vida y ya han visto demasiado.Una está ungida por la vida y la otra está ungida por la muerte...pero es por ellas por quien te preocupas?Preocúpate por ti, dhampir.Preocúpate por ti y preocúpate por mi nosotros somos los menores”
“—¿Addy? —Hay un tono ronco en su voz y cierro mis ojos con él. Juro que puedo ver la profundidad de su alma.—¿Si?—Quiero que sepas algo. —Está bien.Él ladea su cabeza, me da un suave beso en los labios.—Solo quiero que sepas que eres mi sol, mi luna y mis estrellas. Mi cielo, mi infierno y mi tierra. Haría cualquier cosa por ti. Iría a cualquier sitio por ti. Si alguna vez me dejas, te seguiré.—Nunca tendrás que seguirme porque nunca te voy a dejar.El amor por él quema dentro de mí como una vela romana. Las llamas son vibrantes, ardientes, y el humo que despliega de la punta es sofocante. Y a pesar de que siento que no puedo respirar, si esta es la forma en que Damien me hace sentir, espero no volver a respirar.”
“—Harper, te amo mucho más de lo que puedo explicar. Conocerte cambió mi mundo. Incluso cuando pensé que nunca serías mía, no podía seguir viviendo una vida que sabía que odiabas. La noche que me dijiste que me amabas fue la mejor noche de mi vida, hasta esta noche. Nunca te dejaré ir otra vez, quiero estar contigo por el resto de mi vida. Quiero casarme contigo algún día Harper. —Hizo una pausa y buscó mis ojos—. Haría cualquier cosa por ti, no sé que hacer para que me creas, pero pasaré la eternidad tratando de mostrártelo.”
“Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”
“-¿Cómo has conseguido entrar?- Tengo mis recursos.Caí en la cuenta. Él había reemplazado mi puerta hacía dos meses, porque yo estaba bastante ocupada intentando no morir.- Te quedaste una llave de mi apartamento. Capullo. ¿Cuántas veces has entrado?- De vez en cuando.-¿Por qué?- Para saber que estás bien. Me ahorra el tiempo de sentarme junto al teléfono a esperar una de tus llamadas de auxilio.-No tienes por qué preocuparte: no va a haber más llamadas. Prefiero morirme a llamarte otra vez.-Eso es lo que me preocupa -replicó.(...)-¿Has venido alguna vez mientras dormía?-Ocasionalmente.- Te habría oído.-Trabajas doce horas al día y vienes hecha polvo. Además, soy muy silencioso.(...)-No, no reviso tus cosas. Solo vengo de vez en cuando para asegurarme de que sigues de una pieza. Me gusta saber que estás a salvo, durmiendo en la cama.”