“Tengo treinta años -dije-. He rebasado en cinco años la edad de mentirme a mí mismo y llamarle a eso honor.”
“Si vivís hasta los ochenta, habréis dormido treinta años, ido a la escuela y hecho deberes cerca de nueve años y trabajado casi catorce años. Como ya habéis empleado más de seis años en ser niños y jugar, y después gastaréis, como mínimo, doce años en limpiar, hacer la comida y cuidar a los hijos, os quedarán como máximo nueve años para vivir. Y todavía osaréis emplear esos nueve años en fingir que tenéis éxito actuando en este teatro sin sentido, cuando en lugar de ello podríais disfrutar de esos años inmediatamente.”
“...Ezio Longo, inmigrante de primera generación en el país, arquitecto sin título y constructor de oficio, quien se había propuesto fundar un imperio sobre cemento y acero y a los treinta y cinco años ya lo tenía casi consolidado”
“-No hice esto para atraparte -dije nerviosamente.Él se echó a reír y puso los ojos en blanco.-Me atrapaste cuando tenías cuatro años de edad. Estabas usando un vestido azul oscuro con un lazo en la espalda, y pequeñas medias blancas. La primera vez que te vi estuve atrapado.”
“—Tienes suerte —dije— de haber preservado el sueño en el mismo estado en que lo tuviste, de seguir deseándolo a pesar de los años de espera”
“—Tenemos sólo diecisiete años, —dije en voz baja.—A la mierda los diecisiete años. —Sus ojos y su voz eran desafiantes—. Si tuviera que vivir mil años, te pertenecería en todos ellos. Si tuviéramos que vivir mil vidas, querría hacerte mía en cada una.”