“Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdido. Antes odespués las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estásenamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tienecomparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño. Basta. Déjame.Ponlo todo de nuevo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave. En el fondo del corazón,allí, en aquella esquina. En aquel jardín. Algunas flores, un poco de sombra y después dolor.Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda verlos. Dondetú no los puedas ver. Eso. Otra vez enterrados. Ahora está mejor. Mucho mejor.”
“Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño.”
“pensé en todos los que habitan en las ciudades y en quienes van de una ciudad a otra, de un país a otro, de un planeta a otro planeta, como si en algún lado las cosas fueran a ser mejor, como si en algún lado uno pudiera sacarse los zapatos, y sin temer nunca más, equilibrado en su destino, manejándolo en el puño, palpando directamente el valor y la gallardía en los latidos calientes de la esperanza, decir aquí me quedo y nada me moverá”
“El pasado se queda contigo en la forma en que el azúcar en polvo se queda en tus dedos. Algunos pueden sacárselo de encima pero todavía esta allí, los eventos y las cosas que te empujaron adonde estás ahora.”
“Es indudable que hoy se lee más que antes. ¿Se lee mejor? Lo dudo. La distracción es nuestro estado habitual. No la distracción del que se aleja del mundo para internarse en el secreto y movedizo país de su fantasía, sino la de aquel que está siempre fuera de sí, perdido en la mediocre e insensata agitación cotidiana. Mil cosas solicitan a la vez nuestra atención y ninguna de ellas logra retenernos; así la vida se nos vuelve arena entre los dedos y las horas humo en el cerebro. ”
“Escribo, ella escribió, que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria.”