“Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo.”
“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es”
“Y ya sentía en su corazón esa docilidad cobarde que es, para muchas mujeres, a la vez el castigo y el precio del adulterio.”
“¡Qué cosa mejor, en efecto, que estar en casa por la noche con un libro junto al fuego, mientras el viento bate los vidrios y la lámpara se consume!”
“Solo existía ese momento. Él y yo. Y el calor de nuestros cuerpos. Aquél era el único lugar en el mundo en el que quería perderme para siempre.”
“Y como muchos antes que yo, también caeré en el olvido...pero ese es el destino de todos los hombres. Solo me queda este breve momento.”
“La verdad es un cuchillo afilado, la verdad es una llaga incurable, la verdad es un ácido corrosivo. Por esto durante los días de su juventud y de su fuerza, el hombre huye de la verdad hacia las casas de placer y se ciega con el trabajo y con una actividad febril, con viajes y diversiones, con el poder y las destrucciones. Pero viene un día en que la verdad lo atraviesa como un venablo y ya no siente más el júbilo de pensar o trabajar con sus manos, sino que se encuentra solo, en medio de sus semejantes, y los dioses no aportan ningún alivio a su soledad.”