“Una puesta en escena que se prolonga día a día pidiéndome abandonar la pena. ¿Cómo dejarla, borrarla, sin olvidar la imagen y el recuerdo? ¿Cómo ignorar los ecos y sonidos de unos pasos, los tuyos, que siento a cada instante y el aroma, tu aroma, que envuelve mis sentidos tal que si en realidad estuvieras aquí?..”
“Hoy es un día perfecto para pensar en la muerte.Hoy es el día perfecto porque sabes que todos tus sueños no se van a hacer realidad, porque sabes que has entrado en la dolorosacuenta atrás y te resignas ante la evidencia: que estás solo y que morirás solo.”
“He estado pensando en la muerte. Siento el cáncer creciendo dentro de mí. Es una experiencia única, saber que la muerte se abre paso dentro de tu cuerpo, saber que ahora estás y dentro de un segundo podrías desaparecer. Saber que el mundo no se detendrá por tu ausencia.”
“Son como palabras elementales que me obsesionan por las noches, y con ellas construyo frases. Pero la verdad está en las palabras elementales: la ciudad, la libertad, los amigos, el aire. Todo eso la vida nos lo da y no tiene valor... ¿Cómo te lo diría? Es igual que unas monedas en nuestras manos. Y un día te das cuenta de que has perdido esas monedas y ya no las vas a recuperar. Nadie te las dará de limosnas.”
“Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo.Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angol, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido.Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De prontomientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.”
“Imagina que has aceptado la muerte, como algo inevitable.Desdepequeños sabemos que la muerte existe, que todos morimos algún día, pero no lo aceptas, no del todo. Piensas que la muerte es algo que sólo les pasa a los demás, que es algo perdido en un tiempo muy lejano, donde aún no has llegado, y donde nunca llegarás. Cumplir sesenta años te hace pensar en la muerte. En que, tal vez, el momento no esté tan lejos como esperabas. Una muerte rápida y natural, pero muerte a fin de cuentas. Y te da miedo pensar en ello.”
“Los buenos libros se parecen en que son más ciertos que si hubiesen sucedido de verdad y en que, cuando terminas de leerlos, sientes que todo te sucedió y después, que todo te pertenece: lo bueno y lo malo, el éxtasis, el remordimiento y el dolor, la gente y los lugares y cómo estaba el tiempo.”