“-¿Cómo no se estremece? -Porque no tengo frío. -¿Cómo no palidece? -Porque no estoy mal.-¿Cómo no quería consultar mi ciencia? -Porque no soy una necia.La vieja emitió una carcajada cavernosa. Luego sacó una corta pipa y empezó a fumar. Después de haberse entregado a este placer, irguió su encorvado cuerpo, se quitó la pipa de los labios y, mirando fijamente el fuego, dijo subrayando las palabras:-Usted tiene frío, usted está enferma y usted es una necia.-Pruébemelo -dije.-Lo haré en pocas palabras. Tiene usted frío porque está muy sola; está mal, porque le falta el mejor de los sentimientos, el mayor y más dulce que puede experimentar el hombre, y es usted necia porque, sufriendo como sufre, no da una muestra ni inicia un paso para reunirse con el que la espera.”