“A veces nos encontramos con individuos completamente desconocidos que sin saber por qué nos interesan en seguida, a simple vista, antes de cambiar una palabra con ellos.”
Fyodor Dostoyevsky's quote highlights the phenomenon of feeling an immediate connection or interest in someone upon first meeting them, despite being complete strangers. This sentiment speaks to the idea of intuition and the mysterious ways in which we are drawn to certain individuals without logical explanation. It suggests that there are deeper, subconscious factors at play in our interactions with others, which can lead to instant connections and relationships. This quote serves as a reminder of the complexity of human relationships and the importance of being open to unexpected connections.
In today's fast-paced and interconnected world, the concept of instantly connecting with strangers has become increasingly relevant. With the rise of social media and online networking platforms, we often find ourselves drawn to individuals we have never met in person based on their profiles or shared interests. This phenomenon speaks to the timeless truth of human nature highlighted by Dostoyevsky's observation.
"A veces nos encontramos con individuos completamente desconocidos que sin saber por qué nos interesan en seguida, a simple vista, antes de cambiar una palabra con ellos."
Have you ever had a moment where you felt an instant connection with a stranger? What do you think causes these immediate feelings of interest and fascination before even speaking to someone? How do these initial connections influence your future interactions with that person? Can these instantaneous connections lead to meaningful and long-lasting relationships, or are they often fleeting and superficial?
“¿Será verdad, como dice la religiòn que resucitaremos de entre los muertos, que volveremos a vernos los unos a los otros, que veremos a todos?. Resucitaremos sin falta, nos veremos sin falta y con gozo y alegría nos contaremos los unos a los otros todo lo que nos haya sucedido.¡Oh, qué hermoso será".”
“Resulta curioso y ridículo lo mucho que a veces puede expresar la mirada de un hombre vergonzoso, morbosamente púdico, tocado por el amor, precisamente cuando este hombre preferiría que la tierra se abriera bajo sus pies antes de decir nada o de darlo a entender con la palabra o con los ojos.”
“¿Y en qué piensas ahora? - Pues en que te vas a levantar y vas a pasar junto a mí, y yo voy a mirarte y a seguirte con los ojos; va a crujir la seda de tu vestido, mi corazón va a desfallecer, saldrás de la habitación y yo me acordaré de cada una de las palabras que has pronunciado y del tono de voz con que las has dicho. Y en cuanto a la noche pasada, no pensé en nada, no hice más que escuchar cómo respirabas dormida y cómo te moviste en la cama dos veces...”
“Entre nosotros se han establecido unas relaciones un tanto extrañas, que en muchos aspectos me resultan incomprensibles si tomo en consideración su orgullo y la altivez que muestra con todos. Sabe, por ejemplo, que la amo con locura.”
“—No, no le dije una palabra de eso; de cualquier manera, no habría comprendido. Pienso que, si con la ayuda de la lógica se puede convencer a alguien de que no hay razón para llorar, dejará de llorar de inmediato. Está claro. ¿No le parece que estoy en lo cierto?—En ese caso, la vida sería demasiado fácil —replicó Raskolnikov.”
“Dios nos ha enviado a este hombre, aunque lo haya sacado de una orgía.”