“—No, no le dije una palabra de eso; de cualquier manera, no habría comprendido. Pienso que, si con la ayuda de la lógica se puede convencer a alguien de que no hay razón para llorar, dejará de llorar de inmediato. Está claro. ¿No le parece que estoy en lo cierto?—En ese caso, la vida sería demasiado fácil —replicó Raskolnikov.”

Fyodor Dostoyevsky

Explore This Quote Further

Quote by Fyodor Dostoyevsky: “—No, no le dije una palabra de eso; de cualquier… - Image 1

Similar quotes

“¿Y en qué piensas ahora? - Pues en que te vas a levantar y vas a pasar junto a mí, y yo voy a mirarte y a seguirte con los ojos; va a crujir la seda de tu vestido, mi corazón va a desfallecer, saldrás de la habitación y yo me acordaré de cada una de las palabras que has pronunciado y del tono de voz con que las has dicho. Y en cuanto a la noche pasada, no pensé en nada, no hice más que escuchar cómo respirabas dormida y cómo te moviste en la cama dos veces...”


“Resulta curioso y ridículo lo mucho que a veces puede expresar la mirada de un hombre vergonzoso, morbosamente púdico, tocado por el amor, precisamente cuando este hombre preferiría que la tierra se abriera bajo sus pies antes de decir nada o de darlo a entender con la palabra o con los ojos.”


“-Je pense qu'on doit aimer la vie par-dessus tout.-Aimer la vie, plutôt que le sens de la vie?-Certainement. L'aimer avant de raisonner, sans logique, comme tu dis; alors seulement on en comprendra le sens.”


“Puede que la vida no sea más que la consecuencia de una mera cadena de acontecimientos ilógicos y, en ciertos casos, extremadamente chapuceros”


“—Así que, si me ayudas, es solo por temor a represalias. —Le doy la espalda, vuelvo a echarme en la cama, dispuesta a seguir durmiendo, y le resumo en una palabra lo que pienso de él—: Cabrón.”


“—Ahora lo entiendo —dije, con la voz amortiguada contra su hombro—. Lo entiendo de verdad. —¿Entender qué? —Lo que se siente al ver que la persona que más quieres en el mundo está en peligro. Antes no lo sabía de verdad. Y al ver a Felicity apuntándote al corazón con la pistola, de repente me sentí una estúpida por no haberlo sabido. —¿Saber qué? —Lo salvaje que es. No tiene nada de razonable ni de lógico. Tenías razón al decir que pierdes el control en lo que se refiere a mí. Yo no podía controlar lo que iba a hacer. Provoqué la explosión porque no podía pensar en otra cosa que en salvarte. No pensé en lo peligroso que era para mí y para los demás. En ese momento solo me importabas tú. Solo tú. Y habría hecho cualquier cosa por salvarte. Habría pagado cualquier precio, habría cometido cualquier pecado, habría vendido mi alma con tal de salvarte.”