“No tengo que decirlo, porque se me distingue a leguas: soy feo, tímido y anacrónico.”
“Escúchame. Soy tímido. No tonto. No puedo mirar a la gente a los ojos. No sé si entiendes lo que se siente. Hay todo un mundo que existe a mi alrededor, lo sé. No es que no quiera mirarte. Es que no quiero que me vean. Tengo miedo de lo que veréis dentro de mi. Me avergüenzo, me da miedo que me mires a los ojos y descubras algo malo, estropeado.”
“Yo tengo la obligación de ser optimistaporque soy una militante política y quiero cambiar las cosas, y pienso que lo voy a poder hacer(...)Pienso que si no lo puedo cambiar me tengo que quedar en mi casa y dedicarme a otra cosa. Estoy en esto porque creo que las puedo cambiar.”
“Pues...-se hizo la indiferente-,porque aún no he encontrado a mi chico, porque soy muy especial, porque soy muy difícil, porque no quiero tener novio por tenerlo, como si estar sola fuese malo, y por un montón de razones más, todas por el estilo. También es cierto que espero algo muy diferente, una persona que me entienda y me siga, que me acepte.”
“Yo no soy mexicano. Yo no soy gringo. Yo no soy chicano. No soy gringo en USA y mexicano en Mexico. Soy chicano en todas partes. No tengo que asimilarme a nada. Tengo mi propia historia.”
“–Así es. Porque ahora tengo mucho más que perder, y más cada vez que me besas. Pienso en perderte, y me duele. –”