“¡Cielo santo!¿qué es eso que tiene en la cara? Parece la descendencia descarriada de unos prismáticos con unos gemelos. ¿Cuál es su nombre?¿Binópticos?¿Espectomáticos?.”
“La criatura se quedó inmóvil, con una intensa expresión de sorpresa dibujada en su bello rostro, y luego cayó de espaldas sobre la maltratada tarta de melaza, desplomándose con la flaccidez de un espárrago cocinado en exceso.”
“La joven desapareció para regresar unos instantes después empujando un carrito de té cargado de delicias, desde sándwiches de pepino hasta piel de limón caramelizada, pepinillos en vinagre o Battenberg.La condesa sirvió el té. Alexia tomó el suyo con leche, la señorita Dair con limón y los vampiros con una cucharadita de sangre, aún caliente y servida en una delicada jarra de cristal.”
“Lord Maccon fue listo y decidió poner su mejor cara de corderito degollado, si es que un hombre lobo era capaz de tal cosa.”
“El muy honorable señor Loontwill, terrateniente para más señas, no se molestó en apartar la mirada de la tostada y el huevo que agonizaban en su plato.”
“Estaba intrigada en la vertiente más científica del término. ¿Podía ser que allí abajo las cosas hubiesen aumentado de tamaño aún más?¿Cuál era el máximo ratio de expansión posible? Sonrió, no sin cierta malicia.”
“Entre las masas mal informadas podían contarse a los miembros de su familia, todos ellos especializados en el noble arte de la inoportunidad y la ausencia de inteligencia.”