“Ahora dime, ¿por cuánto tiempo la tendrías después de haberla poseído? -le pregunto como Rosalind. Mi voz ya no suena como la mía. Es rica y resonante con emoción, llena de las preguntas que debería haber preguntado cuando tuve la oportunidad.Él responde:-Para siempre y en un día.Todo el aliento sale de mí. Esta es la respuesta que necesito. Incluso si no resulta ser verdad. Trato de leer la siguiente línea, pero no puedo hablar. No puedo respirar. Oigo un ruido de viento en mis oídos y parpadeo para detener que las palabras bailen por la página.Después de unos momentos, me las arreglo para ahogar la siguiente frase:-Di "un día" sin el "nunca",-antes de que mi voz se rompa.Porque Rosalind entiende. Di un día sin el nunca. Después del cual vendrá la ruptura.No me extraña que ella no le diga quién es en realidad.”
“Las dos nos quedamos ahí paradas en la acera, con las manos a nuestros lados, sin saber qué decir. Oigo el aullido de los niños vecinos en los aspersores. Pienso en mí y Melanie cuando éramos más jóvenes, en la plataforma de clavado en la piscina en México. Siempre nos tomábamos de la mano mientras saltábamos, pero en el momento en que nadábamos de vuelta a la superficie, nos habíamos soltado. No importa cuánto tratábamos, una vez que empezábamos a nadar, siempre nos soltábamos. Pero después de que llegábamos a la superficie, nos gustaba salir de la piscina, trepábamos las escaleras de la plataforma, nos agarrábamos las manos, y lo hacíamos de nuevo.Estamos nadando separadas ahora. Lo entiendo. Tal vez es lo que tienes que hacer para mantenerte flotando. ¿Pero quién sabe? Tal vez un día, salgamos, agarremos nuestras manos y saltemos de nuevo.”
“Sin embargo, fui ciego y sordo hasta el momento en que tuve una iluminación como antaño, durante mi infancia, cuando las imágenes, las palabras y las letras cobraron vida para mí. Un día mis ojos se abrieron, me desperté como de un sueño y con el espíritu desbordante de alegría me pregunté: «¿Por qué?» Porque la temida clave de todo verdadero saber es la pregunta: «¿Por qué?» Esta palabra es más fuerte que la caña de Thoth y más poderosa que las inscripciones grabadas sobre la piedra.”
“Verdes arboles contra el cielo en la lluvia de primavera mientras el cielo enciende a los árboles de primavera en oscurecimiento. Flores rojas salpican la tierra en la persecución de la brisa mientras la tierra se colorea de rojo tras el beso".La última palabra, beso, cuelga en el aire.-La próxima vez que me enferme, me puedes decir eso. Puedes ser mi chica en las montañas.-Bien -digo-. Seré tu chica de las montañas y cuidaré de ti.Sonríe, como si fuese otra broma, otra ráfaga en nuestro coqueteo, y sonrío en respuesta, aunque no estoy bromeando.-Y como recompensa, te liberaré de la carga del tiempo- Desliza mi reloj en su larguirucha muñeca, donde no luce tanto como un grillete prisión.-Por ahora, el tiempo no existe. Es ¿Como dijo Jacques...Fluido?-Fluido -repito, como una encantación. Porque si el tiempo puede ser fluido, entonces algo que es sólo un día puede seguir indefinidamente.”
“— Esto es enamorarse. — Con su dedo, zaca un poco de Nutella del interior de su crêpe y pone una cucharada en la parte interior de mi muñeca. Está caliente y limoso y comienza a derretirse contra mi piel pegajosa, pero antes de que tenga la oportunidad de deslizarse lejos, Willem lame su pulgar y limpia la mancha de Nutella y lo lleva a su boca. Todo sucede rápido, como un lagarto liquidando una mosca.— Esto es amar. — Y aquí me quita la otra muñeca, la que tiene el reloj en ella, y se mueve alrededor de la correa hasta que ve lo que está buscando. Una vez más, se lame el dedo. Sólo que esta vez, él lo frota contra mi marca de nacimiento, con fuerza, como si estuviera tratando de fregar.— ¿Amar es una marca de nacimiento? — Bromeo mientras retracto mi brazo. Pero mi voz tiene un temblor en ella, y el lugar donde su huella húmeda se seca sobre mi piel arde de alguna manera.— Es algo que nunca sale, no importa cuánto pueda ser que desees que lo haga.”
“Y esta es la verdad. Porque puedo tener solo dieciocho años, pero ya parece bastante obvio que el mundo se divide en dos grupos: los que actúan y los que observan. La gente a la que le suceden las cosas y el resto de nosotros, que solo medio perseveran con las cosas.”
“Con la moneda en mi mano, aplaudo. Aplaudo hasta que mis manos arden. Aplaudo como si haciéndolo pudiera alargar la noche, como si pudiera transformar la Noche de Reyes en una noche de veinticuatro horas. Aplaudo para poder aferrarme a este sentimiento. Aplaudo porque sé lo que sucedería cuando me detuviera. Es lo mismo que pasa cuando apago una muy buena película una en la que me he sumergido que es ser lanzada de regreso a mi propia realidad y un vacío se instalará en mi pecho. Algunas veces, miraría una película una y otra vez para recuperar esa sensación de estar dentro de algo real. Lo cual, lo sé, no tiene sentido.”