“En solo un día, había llegado a amar esa sonrisa. Y ahora la quiero eliminar.”
“Una parte de mí sabe que un día más no va a hacer nada más que aplazar el corazón roto. Pero otra parte de mí piensa diferente. Hemos nacido en un día. Morimos en un día. Podemos cambiar en un día. Y podemos enamorarnos en un día. Todo puede pasar en un solo día.”
“Ahora dime, ¿por cuánto tiempo la tendrías después de haberla poseído? -le pregunto como Rosalind. Mi voz ya no suena como la mía. Es rica y resonante con emoción, llena de las preguntas que debería haber preguntado cuando tuve la oportunidad.Él responde:-Para siempre y en un día.Todo el aliento sale de mí. Esta es la respuesta que necesito. Incluso si no resulta ser verdad. Trato de leer la siguiente línea, pero no puedo hablar. No puedo respirar. Oigo un ruido de viento en mis oídos y parpadeo para detener que las palabras bailen por la página.Después de unos momentos, me las arreglo para ahogar la siguiente frase:-Di "un día" sin el "nunca",-antes de que mi voz se rompa.Porque Rosalind entiende. Di un día sin el nunca. Después del cual vendrá la ruptura.No me extraña que ella no le diga quién es en realidad.”
“Ahora lo sé. Me gustaría hacer esa promesa mil veces y perderme mil veces de haberla escuchado tocar ayer por la noche o para verla en el sol de la mañana. O incluso sin eso. Sólo para saber que ella está en algún lugar. Viva.”
“¿Entonces, Lulu? ¿Qué dices? ¿Quieres ir a París por un día? ¿Sólo por un día?Es totalmente una locura. Ni siquiera lo conozco. Y podría ser atrapada. ¿Y qué tanto de París puedes conocer en un día? Y todo esto podría resultar desastrosamente mal en muchas formas. Todo eso es cierto. Lo sé. Pero no cambia el hecho de que quiera ir.Así que esta vez, en vez de decir no, intento algo diferente.Y digo, sí.”
“Verdes arboles contra el cielo en la lluvia de primavera mientras el cielo enciende a los árboles de primavera en oscurecimiento. Flores rojas salpican la tierra en la persecución de la brisa mientras la tierra se colorea de rojo tras el beso".La última palabra, beso, cuelga en el aire.-La próxima vez que me enferme, me puedes decir eso. Puedes ser mi chica en las montañas.-Bien -digo-. Seré tu chica de las montañas y cuidaré de ti.Sonríe, como si fuese otra broma, otra ráfaga en nuestro coqueteo, y sonrío en respuesta, aunque no estoy bromeando.-Y como recompensa, te liberaré de la carga del tiempo- Desliza mi reloj en su larguirucha muñeca, donde no luce tanto como un grillete prisión.-Por ahora, el tiempo no existe. Es ¿Como dijo Jacques...Fluido?-Fluido -repito, como una encantación. Porque si el tiempo puede ser fluido, entonces algo que es sólo un día puede seguir indefinidamente.”
“Las dos nos quedamos ahí paradas en la acera, con las manos a nuestros lados, sin saber qué decir. Oigo el aullido de los niños vecinos en los aspersores. Pienso en mí y Melanie cuando éramos más jóvenes, en la plataforma de clavado en la piscina en México. Siempre nos tomábamos de la mano mientras saltábamos, pero en el momento en que nadábamos de vuelta a la superficie, nos habíamos soltado. No importa cuánto tratábamos, una vez que empezábamos a nadar, siempre nos soltábamos. Pero después de que llegábamos a la superficie, nos gustaba salir de la piscina, trepábamos las escaleras de la plataforma, nos agarrábamos las manos, y lo hacíamos de nuevo.Estamos nadando separadas ahora. Lo entiendo. Tal vez es lo que tienes que hacer para mantenerte flotando. ¿Pero quién sabe? Tal vez un día, salgamos, agarremos nuestras manos y saltemos de nuevo.”