“Sentí que el calor iba subiéndome por el cuello y que me ruborizaba. Clavé la vista en mis zapatos. Sabía que Adam me estaba mirando, y también que si alzaba los ojos me besaría. Y me sorprendió lo mucho que deseaba ese beso, darme cuenta de que lo había pensado tan a menudo que incluso había memorizado la forma exacta de sus labios, e imaginado que le acariciaba el hoyuelo de la mejilla con el dedo.Levanté los ojos, parpadeando. Adam estaba esperando. Así fue como todo empezó.”
“Y esta es la verdad. Porque puedo tener solo dieciocho años, pero ya parece bastante obvio que el mundo se divide en dos grupos: los que actúan y los que observan. La gente a la que le suceden las cosas y el resto de nosotros, que solo medio perseveran con las cosas.”
“Porque puedo tener sólo dieciocho años, pero ya parece bastante obvio que el mundo se divide en dos grupos: los que actúan y los que observan. La gente a la que le suceden las cosas y el resto de nosotros, que sólo medio perseveran con las cosas. Las Lulu y las Allyson.”
“Creo que eres el tipo de persona que encuentra dinero en el suelo y lo mueve en el aire y pregunta si alguien lo ha perdido. Creo que lloras en películas que ni siquiera son tristes porque tienes un corazón tierno, aunque no lo muestras. Creo que haces cosas que te asustan, y eso te hace más valiente que esos adictos a la adrenalina que hacen saltos en bungee desde los puentes.”
“Nos besamos otra vez. Ese beso siguiente es del tipo que rompe el cielo. Te roba el aliento y te lo devuelve. Eso me demuestra que cada otro beso que había tenido en mi vida, había sido un error.”
“Harper se acercó a mí con un propósito en la mirada, y con un último vistazo hacia Art, cruzó. No vi el dolor y el miedo que había sufrido durante todos esos años. No la viaterrorizada, y tampoco vi la pesadilla que había sido su estancia en el hospital psiquiátrico.Lo que vi fue cómo su padre la cogía y se la subía a los hombros mientras ella le señalabala ruta a seguir a través de los árboles que había en la parte trasera de la propiedad. Vi a su perro, un golden retriever llamado Sport, que le lamió los dedos hasta que ella no pudo soportar las cosquillas. Y vi el primer beso que le dio Art. Ella estaba en el instituto, viendo uno de los partidos de baloncesto en los que él participaba. Art se había lesionado y estaba en el vestuario. Harper corrió a ver cómo estaba. Estuvo a punto de desmayarse al ver el enorme bulto del brazo que tenía sujeto al costado, donde el hueso casi atravesaba la piel.Art se había tapado los ojos con el otro brazo para ocultar su angustia. Harper se acercó y, antes de que se diera cuenta de lo que ocurría, él le rodeó la cabeza con la mano y tiró de ella hasta que sus labios se unieron.Y luego cruzó.Ese toque romántico, la agonía del amor perdido, fue mi perdición.”
“No duden de que les oye. Es consciente de todo lo que está pasando. Les parecerá que son los médicos o las enfermeras o todos esos cacharros los que llevan la batuta. Pues no. Es ella quien lleva la batuta. Quizá sólo se está tomando su tiempo. Así que hablen con ella. Díganle que se tome todo el tiempo que necesite, pero que vuelva. Que la están esperando.”