“Verdes arboles contra el cielo en la lluvia de primavera mientras el cielo enciende a los árboles de primavera en oscurecimiento. Flores rojas salpican la tierra en la persecución de la brisa mientras la tierra se colorea de rojo tras el beso".La última palabra, beso, cuelga en el aire.-La próxima vez que me enferme, me puedes decir eso. Puedes ser mi chica en las montañas.-Bien -digo-. Seré tu chica de las montañas y cuidaré de ti.Sonríe, como si fuese otra broma, otra ráfaga en nuestro coqueteo, y sonrío en respuesta, aunque no estoy bromeando.-Y como recompensa, te liberaré de la carga del tiempo- Desliza mi reloj en su larguirucha muñeca, donde no luce tanto como un grillete prisión.-Por ahora, el tiempo no existe. Es ¿Como dijo Jacques...Fluido?-Fluido -repito, como una encantación. Porque si el tiempo puede ser fluido, entonces algo que es sólo un día puede seguir indefinidamente.”
“Ahora dime, ¿por cuánto tiempo la tendrías después de haberla poseído? -le pregunto como Rosalind. Mi voz ya no suena como la mía. Es rica y resonante con emoción, llena de las preguntas que debería haber preguntado cuando tuve la oportunidad.Él responde:-Para siempre y en un día.Todo el aliento sale de mí. Esta es la respuesta que necesito. Incluso si no resulta ser verdad. Trato de leer la siguiente línea, pero no puedo hablar. No puedo respirar. Oigo un ruido de viento en mis oídos y parpadeo para detener que las palabras bailen por la página.Después de unos momentos, me las arreglo para ahogar la siguiente frase:-Di "un día" sin el "nunca",-antes de que mi voz se rompa.Porque Rosalind entiende. Di un día sin el nunca. Después del cual vendrá la ruptura.No me extraña que ella no le diga quién es en realidad.”
“Quiero tocar cada parte de él. Es como si su cuerpo fuese un sol gigante, emitiendo su propia fuerza de gravedad.”
“Un día podría ser sólo de veinticuatro horas, pero aveces sobrevivir a través de uno solo parece tan imposible como escalar el Everest”
“Él mira una de las fotos por largo tiempo. Entonces me mira.—Te guardaré aquí. —Se golpea la sien—. A donde no puedas perderte.”
“Mi mano tiembla cuando la acerco a mi boca. Lamo mi pulgar y lo froto contra mi muñeca, en contra de mi marca de nacimiento. Entonces froto nuevamente. Miro hacia arriba, justo a sus ojos, que son tan oscuros como la noche que no quiero que termine. La cara de Willem vacila por un momento, luego se vuelve solemne, como lo hizo después de que nos persiguieran. Entonces él se acerca y roza mi marca de nacimiento.No sale, es lo que me está diciendo.”