“Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano... incesantemente.”

“Porque una debe de hundirse en el abismo si quiere elevarse a las alturas.”

“El vivir una mentira podía desgarrarte de una forma brutal y hacerte perder el control en el momento más inesperado.”

“Ya sabes cómo suceden las cosas -prosiguió-. Va una por la vida de una manera insípida, aburrida, y entonces, de pronto, un rostro se destaca de la muchedumbre de conocidos, un rostro al que estás segura de reconocer, como si fuera el rostro de un amigo aunque nunca lo hayas visto. Casi parece como si te encontraras de pronto con alguien a quien anduviste buscando mucho tiempo, y a quien recuperas con gran alegría. Bueno, pues los amigos son así... Son muy pocos, sin duda, aunque después de todo son esos pocos los que de verdad importan. A los amigos así no los pierdes, por mucho que estén ausentes, o incluso... muertos.”

“Al igual que una madre. ¿Qué haría una madre si no pudiera quejarse sobre ti y hacerte limpiar tu habitación? ¿Y qué harías tú sin ella quejándose y haciendo que lo hagas? Todo el mundo necesita una madre. Y una madre lo sabe. Y le da un sentido de propósito. ¿Lo entiendes?”

“Te pasas toda la vida atorado en el laberinto, pensando en cómo vas a escapar de ahí un día y que fabuloso será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca te escapas. Sólo utilizas el futuro para escapar del presente.”