“En todos los grandes hombres de ciencia, existe el soplo de la fantasía, madre de las intuiciones geniales.”
“Y la madre creyó a la serpiente, porque en todas las religiones de los hombres la serpiente conoce el misterio de las vidas que pueblan los mundos.”
“porque el camino recto del amor, ya se guíe por sí mismo, ya sea guiado por otro, es comenzar por las bellezas inferiores y elevarse hasta la belleza suprema, pasando, por decirlo así, por todos los grados de la escala de un solo cuerpo bello a dos, de dos a todos los demás, de los bellos cuerpos a las bellas ocupaciones, de las bellas ocupaciones a las bellas ciencias, hasta que de ciencia en ciencia se llega a la ciencia por excelencia, que no es otra que la ciencia de lo bello mismo, y se concluye por conocerla tal como es en sí.”
“Era la enamorada de todas las novelas, la heroína de todos los dramas, el vago “ella” de todos los volúmenes de versos. Encontraba en sus hombros el color ambarino de la odalisca en el baño, tenía el largo corpiño de las castellanas feudales; se parecía también a la mujer pálida de Barcelona ¡Pero por encima de todo era un ángel!”
“En los hombres superficiales, el pecesillo de los pensamientos povoca mucho ruido; en las mentes oceànicas, las ballenas de la inspiraiòn apenas si dejan estelaEscrituras hindùes.”
“Los que leemos ciencia-ficción, lo hacemos porque amamos la experiencia que supone la reacción en cadena de las ideas que tiene lugar en nuestras mentes por lo que hemos leído, algo novedoso; así, el propósito final de la mejor ciencia-ficción es la colaboración entre el autor y el lector, una colaboración en la que ambos son creadores — y disfrutan de ello: el disfrute es el ingrediente esencial y definitivo de la ciencia-ficción, el disfrute del descubrimiento de las cosas nuevas.”