“No era normal, quizá porque me sentía especial, diferente del resto, porque los demás estaban un paso adelante, y yo aún seguía atrás. Porque los demás jugaban a ser felices mientras yo moría de angustia. Mi angustia, ¡qué tema complicado!”
“-Los católicos me ponen nervioso -dije-, porque juegan sucio.-¿Y los protestantes? -preguntó riendo.-Me irritan con su manoseo de las conciencias.-¿Y los ateos? -seguía riéndose.-Me aburren, porque siempre hablan de Dios.-¿Y qué es usted, pues?-Soy un payaso -dije-, de momento, superior a mi fama.”
“Suelo decirme a mí mismo: Tu destino no tiene igual: comparados contigo, los demás hombres son felices; porque jamás mortal alguno se vio atormentado como tú. Entonces leo a cualquier poeta antiguo y me parece que es el libro mi propio corazón. ¡Qué! ¿Aún me queda tanto que sufrir? ¿Y antes que yo ha habido hombres tan desgraciados?”
“Yo no tenía hermanos. Era hijo único. Y por eso sentí durante toda mi niñez algoparecido al complejo de inferioridad. Yo era un ser aparte en aquel mundo, carecía de algo que los demás poseían de la forma más natural.”
“Yo no estaba preparado para esto. Mi sensibilidad de cara a los demás era la misma que la de un semáforo.”
“-Si pudieras ser libre. ¿Qué pedirías?[...]-Estoy cansada de ser lo que todos los demás han hecho de mi -dije-. Quiero ser yo misma.-No seas niña. [...] Eres lo que tus creadores y tus experiencias han hecho de ti, como todos los seres de este universo. Acéptalo y sigue adelante. Estoy cansado de tus plañidos.”