“Fui un gran lector de novelas hasta que empecé a reseñarlas y, como es natural, tuve que dejar de leerlas.”

“Usted asegura que es un poeta de la ley, y yo le replico que es usted una contradicción en los términos.”

“La mejor prueba de la cultura y la liberalidad de un hombre es su actitud ante las cosas que nunca sucedieron. ”

“¿Qué? Desempeño el oficio de policía filósofo —dijo el del uniforme azul—. El oficio es a la vez más atrevido y más sutil que el de un detective vulgar.”

“Quebrantaría yo veinte juramentos, con tal de darle a usted en la cabeza. Ese modo que tiene usted de encender el cigarro, por ejemplo, basta para hacer que un sacerdote quebrante el secreto de la confesión.”

“Los estúpidos sentimentales de la Revolución Francesa hablaban de los derechos del Hombre. Pero nosotros odiamos tanto los derechos como los tuertos, y a unos y a otros los abolimos.”

“Los asesinos respetan la vida humana, sino que desean alcanzar una plenitud de vida propia, a expensas de las vidas que consideran inferiores a la suya. Pero el filósofo odia la vida, ya en sí mismo o en sus semejantes.”