“¿Qué es hoy día la ciudad de México? Una mancha expansiva que se trepa por los cerros. Un inmenso lago desecado que, en venganza por la destrucción a la que fue sometido, va mordisqueando los cimientos de los edificios hasta tragárselos por completo. Un amontonamiento de casas a medio construir que exhiben las varillas de la esperanza de un segundo piso que nunca se construye […]”
“Los días lluviosos son el recuerdo de un castigo mayor para la ciudad. Un poco de lluvia siempre se convierte en una caótica inundación. Las calles regresan entonces a su origen: se hacen lagunas, canales, ríos pestilentes. En ellos aparece el reflejo de los edificios, de la gente, sus dobles sepultados. La pregunta que se hacen los capitalinos tarde o temprano en medio de un chubasco es la misma que obsesionaba a los europeos que deambulaban por la destruída ciudad de México: ¿qué había antes aquí? A lo largo de los siglos, la respuesta es siempre la misma: lo que quedó de una catastrofe.”
“porque el camino recto del amor, ya se guíe por sí mismo, ya sea guiado por otro, es comenzar por las bellezas inferiores y elevarse hasta la belleza suprema, pasando, por decirlo así, por todos los grados de la escala de un solo cuerpo bello a dos, de dos a todos los demás, de los bellos cuerpos a las bellas ocupaciones, de las bellas ocupaciones a las bellas ciencias, hasta que de ciencia en ciencia se llega a la ciencia por excelencia, que no es otra que la ciencia de lo bello mismo, y se concluye por conocerla tal como es en sí.”
“El problema es que el niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve [...] El niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por lo tanto, la mayoría de las veces, es un ser «reblandecido por la televisión», adicto de por vida a los videojuegos.”
“El catálogo supone la disolución y el rechazo crítico de las reglas básicas, es decir, de los "órdenes", de los a priori, de las frases hechas, de las convenciones de cualquier origen y género. Nace de un acto destructor de la afirmación cultural, que induce a rechazar todo el bagaje de normas y cánones tradicionales, a recomenzar desde la raíz, como si no hubiera existido nunca un sistema lingüístico, como si, por primera vez en la historia, tuviésemos que construir una casa o una ciudad.[...]Catalogar significa sistematizar. Dejan de emplearse las palabras sin antes haber analizado a fondo su contenido. Además, a lo menos en un primer momento, se eliminan los verbos, los nexos, las maneras posibles de construir una frase.”
“Por otra parte, el diablo no aparecía siempre como una figura repulsiva, sino como un reflejo de la propia conciencia. La culpa nacía de lo que había dejado de hacerse –la vida no vivida– y no de lo que se había hecho. Así, más que por la imagen misma, la angustia era provocada por el vacío en que había caído la existencia como en un pozo interminable […] Dante decía que no hay mayor dolor que en los tiempos de infelicidad recordar los tiempos felices, Quizá no es menor el dolor de imaginar la dicha que nos negó nuestro temor a vivir.”
“En un mundo pilotado cada vez más por empresas colosales que obedecen únicamente a la lógica comercial fijada por la Organización Mundial del Comercio (OMC), y en el que los gobiernos parecen un tanto desbordados por las mutaciones en marcha, ¿se puede estar seguro de que la democracia será preservada, proyectada? En semejante contexto de guerra mediática encarnizada, a la que se libran gigantes que pesan miles de millones de dólares, ¿cómo podrá sobrevivir una prensa independiente?”