“Entonces seguro de ser amado, no se molestó, e insensiblemente sus maneras cambiaron. Ya no empleaba como antes aquellas palabras tan dulces que la hacían llorar, ni aquellas vehementes caricias...de modo que su gran amor en el que vivía inmersa le pareció que iba descendiendo bajo sus pies...percibió el fango. No quería creerlo; redobló su ternura; y Rodolfo, cada vez menos, ocultó su indiferencia.”
“No era feliz, no lo había sido nunca. ¿De dónde venía, pues, aquella insuficiencia, de la vida, aquella instantánea podredumbre de las cosas en que se apoyaba?[...]. Cada sonrisa disimulaba un bostezo de aburrimiento, cada alegría una maldición, cada placer su propio asco, y los mejores besos no dejaban sobre los labios más que un delirio irrealizable de una voluptuosidad más alta.”
“Y ya sentía en su corazón esa docilidad cobarde que es, para muchas mujeres, a la vez el castigo y el precio del adulterio.”
“Antes de casarse, Emma se había creído enamorada; pero como la felicidad que hubiera debido resultar de aquel amor no había llegado, pensó que necesariamente debía de haberse equivocado. Y trataba de averiguar qué significaban exactamente en la vida las palabras 'dicha', 'pasión' y 'embriaguez', que tan hermosas le habían parecido en los libros”
“Se conocían demasiado para gozar de aquellos embelesos de la pasión que centuplican su gozo. Ella estaba tan hastiada de él como él cansado de ella. Emma volvía a encontrar en el adulterio todas las soserías del matrimonio”
“Toda la amargura de la existencia le parecía servida en su plato, y, con el humo del cocido, subían desde el fondo de su alma algo así como otras bocanadas del hastío”
“ーEscribí algo para ti, ーla corrigió con una sonrisa y comenzó a tocar. Ella escuchó emocionada; comenzó lento, sencillo, su control sobre el arco producía un sonido armónico. La melodía la lleno tan fresca y dulce como el agua, tan esperanzadora y adorable como un amanecer. Miró a sus dedos fascinada por el movimiento tan exquisito que hacia que las notas salieran del violín. El sonido se volvió mas profundo conforme el arco se movía mas rápido, el antebrazo de Jem se desplazaba hacia adelante y atrás, su delgado cuerpo parecía difuminarse con el movimiento de su hombro. Sus dedos se deslizaban cuidadosamente arriba y abajo, el tono de la música profundizó, como nubes de tormenta reuniéndose en un horizonte brillante, un río que se convertía en torrente. Las notas se estrellaban a sus pies aumentando el sonido, el cuerpo entero de Jem parecía moverse en sintonía con los sonidos que emanaban del instrumento, a pesar de que ella sabia que sus pies se encontraban firmes en el suelo. Su corazón encontró la paz con la música, los ojos de Jem estaban cerrados, las comisuras de sus labios mostraban un gesto de dolor. Una parte de ella quería correr a sus pies, rodearlo con sus brazos; la otra otra parte no quería que se detuviera la música, el hermoso sonido de él. Era como si él hubiera tomado su arco utilizándolo como un pincel para pintar, creando un lienzo en el cual su alma se muestra claramente. Cuando las ultimas notas se alzaron más y más alto, llegando a tocar el paraíso, Tessa estuvo consciente de que su rostro estaba húmedo, pero no fue hasta que la ultima nota dejo de sonar y él bajo el violín cuando se dio que estaba llorando.”