“No hay que tocar a los ídolos: su dorado se nos queda en las manos”
“Somos juguetes en manos de los dioses —admitió el sacerdote real—. Pero somos los mortales los que les proporcionamos las herramientas para que nos conviertan en eso.”
“Nunca se puede saber de antemano de qué son capaces las personas, hay que esperar, dar tiempo al tiempo, el tiempo es el que manda, el tiempo es quien está jugando al otro lado de la mesa y tiene en su mano todas las cartas de la baraja, a nosotros nos corresponde inventar los encartes con la vida, la nuestra...”
“—Estoy buscando esto —le digo señalándonos a los dos con la mano—. Nos estoy buscando a ti y a mí juntos.Audrey se arrodilla a mi lado y posa su mano en la mía para hacerme soltar las hojas.—No creo que esté ahí —me dice con dulzura—. Yo creo, Ed... —Posa las manos suavemente sobre mi cara. La luz anaranjada delatardecer la baña—. Creo que esto nos pertenece a nosotros.”
“El pasado se queda contigo en la forma en que el azúcar en polvo se queda en tus dedos. Algunos pueden sacárselo de encima pero todavía esta allí, los eventos y las cosas que te empujaron adonde estás ahora.”
“El mundo no está en manos de los hombres, sino en las manos de Dios, pero pertenece al diablo hasta que Dios se decide a recobrarlo”