“Cuando una persona quiere alcanzar algo piensa de manera espontánea en tres cosas: ¿qué he conseguido hasta el momento? ¿En qué posición me encuentro ahora?¿Qué debo hacer de aquí en adelante? Si uno no puede contestar a esas tres cosas, sólo le queda el miedo, la falta de confianza en sí mismo y el cansancio. Y precisamente en esa situación me encontraba yo.”
“He dejado de acordarme de lo que ayer ocurrió y de preguntarme qué ocurrirá mañana. Lo que ocurre hoy, en el minuto presente, es lo que me interesa. Yo digo: ¿Qué haces Zorba en este momento? Duermo. ¡Pues, entonces, duérmete bien! ¿Qué haces en este momento, Zorba? Trabajo. ¡Pues entonces, trabaja bien! ¿Y ahora qué haces, Zorba? Estoy besando a una mujer. ¡Pues entonces, bésala bien, Zorba, olvídate de todo, que en el mundo sólo existís ella y tú, hala!”
“[...]he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos ó imposibles: qué queréis! yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer[...]”
“¿y de qué servía un hogar si uno no se sentía a salvo en él, si le trataban como a un paria precisamente en el sitio que debía servirle de refugio?”
“El mar era Carlos Vives desde que nos escapamos tres días a una playa desierta en Cozumel. Lo miraba tratando de recuperar algo. ¿Qué sería mejor? Tanto tuvimos. ¿Por qué no la muerte?, me preguntaba, si hasta los días que pasamos en el mar resultó inevitable jugar con ella.”
“No quiero ser esa persona, así que paso la mayor parte de mi tiempo en la escuela fingiendo y mintiendo. Se necesita un gran esfuerzo para fingir algo que no eres. No pienso en la música que me gusta, pienso en la música que debería gustarme. Cuando tuve una novia, traté de convencerla de que era el hombre que ella quería que fuera. Cuando estoy en una multitud, me quedo en la retaguardia hasta que pueda encontrar la manera de hacerlos reír. Por suerte, si hay una cosa que se me da bien, es fingir y mentir.”