“Deoch, mi corazón es más duro que el cristal. Cuando ella lo golpee, comprobará que es fuerte como el latón al hierro, o como una mezcla de oro y adamante. No creas que no soy consciente, que soy como un ciervo asustado que se queda paralizado al oír las cornetas de los cazadores. Es ella quien debería andarse con cuidado, porque cuando lo golpee, mi corazón producirá un sonido tan hermoso y tan claro que la hará venir hacia mí volando.”