“Podría decirse que las personas van cayendo en silencio, una tras otra, por el borde del mundo que me pertenece. Todas encaminan hacia allí sus pasos y, de repente, desaparecen. Quizás el borde del mundo esté en aquel lugar.”
“Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. De que, yéndome a otro lugar y empezando una nueva vida, iba a convertirme en otro hombre. He repetido una vez tras otra la misma operación. Para mí representaba, en un sentido, madurar y, en otro sentido, reinventarme a mí mismo. De algún modo, convirtiéndome en otra persona quería liberarme de algo implícito en el yo que había sido hasta entonces. Lo buscaba de verdad, seriamente, y creía que, si me esforzaba, podría conseguirlo algún día. Pero, al final, eso no me conducía a ninguna parte. Por más lejos que fuera, seguía siendo yo. Por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. Por más que el decorado cambiase, por más que el eco de la voz de la gente fuese distinto, yo seguía siendo el mismo ser incompleto. Dentro de mí se hallaban las mismas carencias fatales, y esas carencias me producían un hambre y una sed violentas. Ese hambre y esa sed me han torturado siempre, tal vez sigan torturándome a partir de ahora. En cierto sentido, esas carencias, en sí mismas, son lo que yo soy.”
“Quizá todas las cosas ya estén perdidas de antemano secretamente en algún lugar remoto. Al menos existe un lugar tranquilo donde todas las cosas van fundiéndose, unas sobre otras, hasta conformar una única imagen. A medida que vamos viviendo no hacemos más que descubrir, una tras otra, como si tirásemos de un hilo muy fino, esas coincidencias. Cerré los ojos e intenté recordar el mayor número de cosas bellas perdidas. Intenté retenerlas en mi mano. Aunque sólo fuera un instante.”
“En este mundo hay cosas que sólo puedes hacer sola y cosas que sólo puedes hacer con otra persona. Es importante ir combinando las unas con las otras.”
“Nos movemos permanentemente. Y debido a ese movimiento nuestro, las cosas que nos rodean desaparecen. Es inevitable. Nada permanece. Tan sólo se quedan en nuestra conciencia. Pero desaparecen del mundo real.”
“El conocimiento es así. El mundo cambia según nuestra percepción. Existe, sin duda alguna, aquí y de esta forma, pero, desde el punto de vista fenoménico el mundo no es sino una posibilidad entre un número infinito de posibilidades. Para ser más preciso, el mundo cambia según dé uno un paso hacia la derecha o hacia la izquierda. Por lo tanto, el mundo se modifica a medida que cambian los recuerdos.”
“Quizás aun no te comprenda. Pero, con un poco de tiempo, llegaré a entenderte. Y no habrá nadie en el mundo que te comprenda mejor que yo.”