“Tăcerea nu-i o pauză în vorbire, ci o treabă în sine.”

Herta Müller

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“Irene mai avea o banuiala: ca-si tinea in cap dorul de-acasa mic, facut ghem,ca nu cumva sa-l recunoasca. Ca atunci cand aparea, il reprima.Si ca, pentru a-si sufoca simturile,aseza pe ele cladiri intregi din gandurile ei.”


“No words are adequate for the suffering caused by hunger. To this day I have to show hunger that I escaped his grasp. Ever since I stopped having to go hungry, I literally eat life itself. And when I eat, I am locked up inside the taste of eating. For sixty years, ever since I came back from the camp, I have been eating against starvation.”


“I have packed myself into silence so deeply and for so long that I can never unpack myself using words. When I speak, I only pack myself a little differently.”


“My flesh was burning where the skin was scraped off my knees, and I was afraid that I couldn't be alive anymore with so much pain, and at the same time I knew I was alive because it hurt. I was afraid that death would find its way into me through this open knee and I quickly covered my knee with my hands.”


“Por entonces había muchas serpientes en la aldea. Desde el bosque atravesaban el río hasta los campos, de los campos pasaban a los huertos, de los huertos a los patios y de los patios a las casas. Allí se ovillaban de día tras las escaleras, y de noche se bebían la leche fría de los cubos.Las mujeres llevaban consigo a sus hijos pequeños cuando salían a trabajar al patio o al huerto. Los metían en canastas de mimbre, entre mantas, y dejaban las canastas a la sombra de los árboles. Arrancaban manojos de hierba de los bancales con raíz y terrón incluidos. Tomaban aliento, volvían a escardar y sudaban.Ella vivía a la orilla del pueblo. Aquel día estaba en el huerto y había dejado al niño en la canasta de mimbre, bajo el árbol. Junto a la canasta había una botella de leche. Estaba escardando la hierba del bancal de patatas. Olía a sudor. De pronto miró hacia el sol, puso a un lado el azadón y se dirigió al árbol.La mirada se le vació, la ropa se le pegó a la piel. Se quedó paralizada. Levantó bruscamente al niño, sollozó y gritó, y mientras se tambaleaba sobre la hierba, la serpiente salió de la canasta arrastrándose lenta y perezosa por el suelo, y la mujer encaneció en cuestión de segundos.En el huerto se quedaron el azadón y la canasta de mimbre bajo el árbol. La serpiente se había bebido la leche de la botella.El pelo le quedó blanco a la mujer y la gente del pueblo tuvo por fin la prueba de que era una bruja.”


“Everyday brought me further away from other people, I had been placed out of the world's sight, as if in a cupboard, and I hoped it would stay that way. I developed a yearning for being alone, unkempt, untended.”