“La información se ha convertido, sobre todo, en una mercancía. Ya no tiene una función cívica. Aunque algunos todavía lo creamos, pero ¿no somos solamente un recuerdo? ¿Somos reales? ¿No somos acaso virtuales?”
“Todo tiene sentido, pero yo me apagaré y nada importará. Efectivamente. No somos ni una anécdota. ¿Para qué preocuparse tanto? Mamíferos efímeros en un pedazo de piedra perdida en la inmensidad.”
“Se me ocurre que, incluso aunque Zoya y yo aún seguimos vivos, mi vida ha concluido ya. No tardaré en perderla y no habrá razón para que continúe sin ella. Verán, es que somos una sola persona. Somos GeorgiZoya.”
“Sobre su verdadera faz se ha puesto para el vulgo una careta de conveniencias corrientes. ¿Qué le importa a la multitud lo que nosotros somos y lo que en lo más íntimo de nuestro ser alimentamos?”
“Todo esto te lo digo por algo. Hay veinte personas en la sala de espera ahora mismo. Algunas están emparentadas contigo. Otras no. Pero ten por seguro que todas somos tu familia. Aún tienes una familia.”
“-. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es la que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.”