“Más adelante, pensé en aquellos primeros días como el momento en que aprendimos como especie que nos habíamos preocupado por las cosas equivocadas: el agujero de la capa de ozono, la desaparición de los casquetes polares, la gripe porcina y del Nilo, las abejas asesinas. Aunque supongo que lo que nos preocupa nunca es lo que acaba ocurriendo al final. Las verdaderas catástrofes siempre son diferentes, inimaginables, imprevistas y desconocidas.”