“Ahora pienso con nostalgia en lo extrañas que son las reglas del amor. Varios hombres apuestos se enamoraron de mí. No obstante, ninguno de mis amigos logró conmover mis sentimientos. Y en cambio, un mocoso de baja condición, que pertenecía a la casa de cierto noble y que debería haberme disgustado, empleaba un estilo que, desde su primera carta, me habría empujado a sacrificar mi vida por él. Me escribía a menudo y quedé completamente seducida. Un buen día empecé a amarle y se acabó mi tranquilidad".”
“Me siento igual a él; pese a la distancia en rango y riqueza que nos separa, comprendo el lenguaje de su semblante y de sus gestos: hay algo en mi corazón y en mi cerebro, en mi sangre y en mis nervios, que me conecta mentalmente con él. [...] Lo único que eso significa es que tenemos ciertos gustos y sentimientos comunes. Debo, pues, repetirme hasta la saciedad que nunca estaremos juntos. Y reconocer que, mientras sea capaz de pensar y de respirar, no dejaré de amarle.”
“SAUDADESAUDADE...-Que será...yo no sé...lo he buscadoen unos diccionarios empolvados y antiguosy en otros libros que no han dado el significadode esta dulce palabra de perfiles ambiguos.Dicen que azules son las montañas como ella,que en ella se obscurecen los amores lejanos,y un nobre y buen amigo mío(y de las estrellas)la nombra en un temblor de trenzas y de manos.Y hoy en Eça de Queiroz sin mirar la adivino,su secreto se evade, su dulzura me obsedecomo una mariposa de cuerpo extraño y finosiempre lejos - tan lejos! - de mis tranquilas redes.Saudade...Oiga, vencido, sabe el significadode esta palabra blanca que como un pez se evade?No...Y me tiembla en la boca su temblor delicado...Saudade...”
“Queremos que el fotógrafo sea un espía en la casa del amor y de la muerte y que los retratados no sean conscientes de la cámara, se encuentren con "la guardia baja".”
“—¿Addy? —Hay un tono ronco en su voz y cierro mis ojos con él. Juro que puedo ver la profundidad de su alma.—¿Si?—Quiero que sepas algo. —Está bien.Él ladea su cabeza, me da un suave beso en los labios.—Solo quiero que sepas que eres mi sol, mi luna y mis estrellas. Mi cielo, mi infierno y mi tierra. Haría cualquier cosa por ti. Iría a cualquier sitio por ti. Si alguna vez me dejas, te seguiré.—Nunca tendrás que seguirme porque nunca te voy a dejar.El amor por él quema dentro de mí como una vela romana. Las llamas son vibrantes, ardientes, y el humo que despliega de la punta es sofocante. Y a pesar de que siento que no puedo respirar, si esta es la forma en que Damien me hace sentir, espero no volver a respirar.”
“¿Por qué no he de confesar mi angustia en este momento en que mi ser tiembla y fluctúa entre la vida y la muerte, en que el pasado se proyecta como un relámpago en el sombrío abismo del porvenir, en que todo lo que me rodea se desploma y en que el mundo parece acabarse conmigo? ¿No reconoces la voz de la criatura extenuada, desfallecida, que se hunde sin remedio, y a pesar de su inútil lucha, gritando con amargura...”