“Estaba segura de que debía ser un hombre feo, tal vez enfermo o contrahecho, porque le parecía imposible que una sensibilidad tan profunda y una inteligencia tan precisa se sumara un aspecto atrayente.”
“...pues le pertenecía como una petaca, un mueble o una prenda de ropa, sin que nadie se la pudiera disputar; ¡y ella parecía tan resignada a ser petaca, y siempre petaca!”
“Tal vez se sentía un poco sola o le pareció que era una oportunidad de hacer el amor sin preguntas...”
“El amor, dije yo, se parecía extrañamente a ciertas sensaciones gástricas de los primeros síntomas del mareo, que producían una inquietud y estremecimientos tan delicados que uno no estaba seguro de si estaba enamorado o iba a vomitar.”
“En el mundo había gente tan parecida entre sí que se los podría tomar por padres e hijos. Pero difícilmente existieran muchos en el mundo. Tal vez hubiera un solo hombre que pudiera corresponderse con una muchacha y una sola joven que combinara con un hombre. Solo uno para algún otro; y tal vez en todo el mundo una sola pareja posible. Viven como extraños, sin suponer ningún tipo de lazo entre ellos y hasta ignorantes de la existencia del otro.Por casualidad suben a un mismo tren, se reúnen por primera vez y probablemente nunca vuelvan a encontrarse. Treinta minutos en el curso de toda una vida. Se separan sin decirse una palabra. Habiendo estado sentados uno al lado del otro, sin mirarse, sin darse cuenta del parecido, se alejan siendo parte de un milagro del que no tomaron conciencia.Y el único admirado por la rareza de todo eso es un extraño que se pregunta si, al ser un accidental testigo, no estará participando de un milagro.”
“(...) estaba tan por encima de la ciudad que tenías la impresión de contemplar un mundo enorme y abandonado que se extendía en cuadrículas anónimas, una vista que confirmaba que estabas mucho más solo de lo que creías.”