“La vida costaba demasiado trabajo, no valía la pena levantarse por la mañana y ver arrastrarse las horas sin una finalidad. Descansar. Morir. Ser o no ser, como Hamlet. "No pienses, Maya, trata de mantenerte ocupada”
“Así es siempre el camino de la vida. Tan pronto como se ha encontrado un lugar donde descansar, una voz extraña e imperativa le ordena a uno levantarse y marchar, porque la hora del descanso ha concluido”
“La competencia, considerada como lo más importante de la vida, es algo demasiado triste, demasiado duro, demasiado cuestión de músculos tensos y voluntad firme, para servir como base de la vida durante más de una o dos generaciones, como máximo. Después de ese plazo tiene que provocar fatiga nerviosa, diversos fenómenos de escape, una búsqueda de placeres tan tensa y tan difícil como el trabajo (porque relajarse resulta ya imposible), y al final la desaparición de la estirpe por esterilidad. No es solo el trabajo lo que ha quedado envenenado por la filosofía de la competencia; igualmente envenenado ha quedado el ocio. El tipo de ocio tranquilo y restaurador de los nervios se considera aburrido. Tiene que haber una continua aceleración, cuyo desenlace natural serán las drogas y el colapso. El remedio consiste en reconocer la importancia del disfrute sano y tranquilo en un ideal de vida equilibrado.”
“Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil.”
“Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día ”
“¿Por qué será tan difícil la vida? ¿Porqué no podemos ser como somos y que nos acepten como tales? ¿Por qué no puedo ser yo, sencillamente, tal como soy ahora, sin necesidad de concentrarme, de mortificarme sobre mi pasado y sobre mi futuro?”