“Mario no tenía humor para la chabacanería y había superado hacía años cualquier tendencia a la promiscuidad”
“Hacía pocos años que yo había perdido a Dios. Se me había roto el espejo. Dios tenía los mismos rasgos que yo le ponía y decía las palabras que yo esperaba. Mientras fui niño me puso a salvo de la duda y de la muerte. Había perdido a Dios y no me reconocía en los demás.”
“En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco. Había perdido un país pero había ganado un sueño. Y si tenía ese sueño lo demás no importaba.”
“En la cabeza del anciano, el pasado y el presente acababan de chocar para culminar la traición más cruel de la que había sido testigo en su vida [...] Presentía la muerte cada vez más cerca. Con casi noventa años sólo existe el minuto presente y el largo pasado, y en ese momento de su vida el pasado había regresado para instalarse aquí y ahora. No le quedaba futuro para resolver su terrible duda, pero tal vez a Clara sí.”
“La nueva Viana había nacido y crecido a la sombra de la invasión bárbara y de todo lo que había surgido de ella. La nueva Viana, comprendió de pronto, estaba preparada para luchar.”
“La ciudad que había pagado a sus madres con la humillación y la privación de sus derechos, estaba ahora a punto de recibir su respuesta enfundada en armaduras, cascos y escudos, y con la lanza y la espada en lugar de la palabra. El cordero había dejado de serlo para convertirse en lobo. La maternidad se había prohibido a sí misma, dispuesta a no crear más vida sino sobre la propia muerte. La paciencia, agotada. Los buenos deseos, superados. Los ojos del corazón, fuertemente vendados para no ver ni sentir lo que habría de suceder. El odio asomándose e intentando crecer en el interior, apenas contenido por una razón que había decidido entregarse ya a la obediencia ciega. Los cuerpos entrenados, preparados, dispuestos y anhelantes, pidiendo sólo una dirección, un objetivo hacia el que dirigirse.”