“Nada nos divierte tanto a los chilenos como burlarnos de nosotros mismos, aunque jamás soportaríamos que lo hiciese un extranjero.”
“El golpe militar no surgió de la nada; las fuerzas que apoyaron a la dictadura estaban allí, pero no las habíamos percibido.Algunos defectos de los chilenos que antes estaban bajo la superficie emergieron en gloria y majestad durante ese período.No es posible que de la noche a la mañana se organizara la represión en tan vasta escala sin que la tendencia totalitaria existiera en un sector de la sociedad; por lo visto no éramos tan democráticos como creíamos. Por su parte el gobierno de Salvador Allende no era inocente como me gusta imaginarlo; hubo ineptitud, corrupción, soberbia. En la vida real héroesy villanos suelen confundirse, pero puedo asegurar que en los gobiernos democráticos, incluyendo el de la UnidadPopular, no hubo jamás la crueldad que la nación ha sufrido cada vez que intervienen los militares.”
“Los chilenos veneran al Papa, pero no le hacen caso en asuntos sexuales y sus concecuencias, porque un anciano celibe, de buen pasar economico, que no ha trabajado en su vida, poco sabe de eso.”
“A veces, para exorcizar los demonios de un recuerdo es necesario contarlo como un cuento”
“Los hijos, como los libros, son viajes al interior de una misma en los cuales el cuerpo, la mente y el alma cambian de direccion, se vuelven hacia el centro mismo de la existencia.”
“Si me preguntaban mi nacionalidad, debía dar largas explicaciones y dibujar un mapa para demostrar que Chile no quedaba en el centro de Asia, sino en el sur de América. A menudo lo confundían con China, porque el nombre sonaba parecido. Los belgas, acostumbrados a la idea de las colonias en África, solían sorprenderse de que mi marido pareciera inglés y yo nofuera negra; alguna vez me preguntaron por qué no usaba el traje típico, que tal vez imaginaban como los vestidos deCarmen Miranda en las películas de Hollywood: falda a lunares y un canasto con piñas en la cabeza.”
“Mi nieto corría delante con los pies para los lados y moviendo los brazos como un pato. Nos acercamos al arroyo, tumultuoso en invierno, donde habíamos esparcido tus cenizas. Lo reconoció al punto.-Paula estaba enferma ayer-dijo; para él todo pasado era ayer.-Sí. Se murió.-¿Quién la mató?-No es como en la televisión, Alejandro, a veces la gente se enferma y se muere, así no más.-Adónde van los muertos?-No sé exactamente.-Ella se fue por allí-dijo señalando el arroyo.-Sus cenizas se fueron en el agua, pero su espíritu vive en este bosque.¿No te parece lindo?-No. Sería mejor que viviera con nosotros-decidió.”