“Todas las palabras se ponen nerviosas cuando tengo que ordenarlas para decirte lo mucho que me importas. Pero, es que mi corazón no había latido así antes y siento que te debo él te quiero. Siento que hay que quererte, y que estaría loco si no lo hiciese.”
“Así que ahora tienes amigas... Y un corazón que se ha vuelto protector! —Siempre lo ha sido. Pero ahora hay más personas en él que se te han unido;no es que te hayan reemplazado.”
“El colocó un dedo sobre mis labios. -Tomé decisiones terribles. Puedo ser un imbécil y hacerlo a propósito. Tiendo a intimidar a la gente para que haga lo que quiero. Y dejé que todo lo que ha pasado con Dawson amplifique aquellos…uh, rasgos de mi personalidad. Pero —quitó su dedo, y su mueca se extendió en una sonrisa. —Pero tú…me haces querer ser diferente. Eso es por lo que no maté a Blake. Es por eso, por lo que no te quiero tomando esas decisiones o tenerte cerca si yo debo tomarlas. Abrumada por lo que había admitido, no supe que decir.Pero él bajó su cabeza y me besó, y había aprendido que a veces cuando alguien dice algo tan devastadoramente perfecto, no hay necesidad de una respuesta. Las palabras lo decían todo.”
“Y aunque se que hace tiempo no te digo lo que siento hoy lo intentaré... Es imposible imaginar mi vida ya sin ti, pues cada día es más hermoso desde que descubrí como sabe en tu boca el amor... Que con tomarte de la mano ya me siento feliz, pero un beso apasionado, no te quiero decir... Y un te amo de tus labios, vale más que el mundo entero para mí.”
“Y está tan cerca de mí, que siento su aliento cálido y dulce, y lo único que sé es que cuando aspira el aire, quiero que me absorba a mí también con él.”
“—¿Qué ocurre? ¿Es que te da miedo que pierda el control? Deja que te hable del control, esposa mía. He pensado mucho en él durante estos últimos meses, ¿y sabes a qué conclusión he llegado? A que es una ilusión. Durante toda mi vida me he enorgullecido de tener el control. Ha sido lo único constante durante mi precaria existencia. Me ocurriera lo que me ocurriera, yo tenía la capacidad de ejercer el dominio sobre mí mismo. Reprimía las visiones porque podía hacerlo. Era lo único que tenía. Yo abrí la boca, pero él no me permitió decir nada y continuó hablando con la voz tensa de emoción. —Lo único que tenía era el control, y ahora lo estoy perdiendo, ¿lo entiendes? El día de nuestra boda prometí que te protegería, y después te prometí, como un idiota, que te dejaría participar en mi trabajo. Pensaba que podría hacerlo, que podría controlar el miedo que siento por ti, el terror que siento por si te ocurre algo, pero no puedo. No puedo dominarlo del mismo modo que no puedo dominar lo que me ocurre cuando llegan las visiones. Me he pasado toda la vida manteniendo a raya estas emociones, y ahora resulta que la lógica y el control, mis únicos amigos en este mundo, me han abandonado. Construí mi vida y mi carrera profesional basándome en ellos, y me han dejado cuando más los necesitaba.”