“-Creo que siempre estamos buscando nuevas piezas. Siempre estamos enteros, más enteros. Entonces, cuando una pieza se va, se rompe. Pero no nos quedamos menos enteros que al principio...—Pero sí con la sensación de que estamos rotos... —añado, con las palabras pegadas a la garganta.Agradezco que Viola me interrumpa.—Es horrible. Doloroso —termina—. Pero cuando menos te lo esperas, aparecen nuevas piezas y de repente... encajan.”
“Y entonces pensé que la felicidad no "llega". No llega cuando te casas o cuando ya no dependes de tus jefes o cuando tienes el trabajo chingón o te vas a estudiar fuera. Es algo que está todo el tiempo, desde siempre, mezclado con las cosas pinches. Es un sentimiento de a ratitos, a veces dura más y a veces menos, pero va y viene. Y uno decide si lo agarra cuando está, o no.”
“[...] creces, experimentas, aprendes, crees saber cómo funcionan las cosas, estás convencido de haber encontrado la clave que te permitirá entender y enfrentarte a todo. Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece perfecto, cuando crees haber dado todas las respuestas o, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué responder. Te pilla por sorpresa. Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece...”
“Justo cuando pensaba que las cosas se estaban poniendo mejor con cómo me sentía acerca de Ashton, siempre pasaba algo que me enviaba en espirales de vuelta al dolor. Por supuesto, se estaba poniendo más fácil y no era ni de cerca todo lo que había sido al principio, pero no se había ido del todo. Temía que jamás lo hiciera. Ashton siempre sería mi más grande error. No porque la hubiera amado, sino porque la había perdido.”
“Pero las cuestiones humanas no conducían a conclusiones tajantes, al trazado de una línea ni a una suma total. Parecían resolverse, disolverse, cuando sólo se estaban formando de nuevo, reuniéndose en otra combinación. Incluso cuando estamos muertos, lo que hicimos continúa tramando estas nuevas combinaciones.”
“La mayoría de las veces no mostramos quienes en verdad somos. A la larga nos convertimos en personajes y representamos la obra de teatro de otra persona, creyendo que somos fuertes. Pero solo estamos vacíos y ansiamos llenarnos de nosotros mismos. Nada se extraña más que el alma cuando la hemos dejado de lado" - Nick Hagen, "Nada más que una noche".”