“¿Cuántos momentos de mi vida he desperdiciado para siempre por la culpa de esto?”
“Sentía una inmensa ternura por ella. Estaba seguro de que la querría siempre, para mi dicha y también mi desdicha.”
“Pero en los momentos critícos de mi vida siempre he obrado contra mi voluntad obedeciendo á distintos fines y á poderosas dusas.”
“Dejaré mi ventana abierta esperando que mi oscuro visitante entre por el espacio de mi alma que le pertenece. Entonces disfrutaré de los momentos más preciados de la vida humana en aquel rincón de mi alma que estaría vacío si él no estuviese. Y antes que se marche la luna de mi ventana le rogaré una vez más para que me lleve consigo hasta el fin de mi existencia y el comienzo de la infinitud de nuestro amor”
“Me parece que de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad. Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, y otros para mirar la vida. Yo tenia un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible salirme de él. Imposible libertarme. Una tremenda congoja fue para mí lo único real en aquellos momentos.”
“Yo no estaba preparado para esto. Mi sensibilidad de cara a los demás era la misma que la de un semáforo.”