“Y a mi alrededor, ese silencio de estrellas entrometidas. El ruido molesto de mis lágrimas agotadas. Y yo, estúpido, buscando y esperando encontrar un porqué. Pero qué idiota. Ya se sabe. Cuando un amor se acaba se puede encontrar todo, excepto un porqué.”
“Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual todo podría transformarse, se cumpla con la fría eficacia de un reflejo cotidiano.”
“Pero el tiempo pasa, y dura. Y hay un momento en que todo se estanca. Los días dejan de contarse, la esperanza se desvanece... Es entonces cuando te conviertes en prisionero real. Profesional, por decirlo de algún modo. Un prisionero paciente.”
“No podía evitar experimentar ese escalofrío que nos invade al llegar el amanecer, que es, a su modo, como un cambio de marea (...) cualquiera que alguna vez, al estar cansado y, por decirlo de algún modo, atado a su sitio haya experimentado ese cambio de atmósfera puede creerlo.”
“¡Ay de mí! Este vacío, este horrible vacío que siente mi alma... Muchas veces me digo: “Si pudiera un momento, uno solo estrecharla contra mi corazón, todo este vacío se llenaría.”