“No corrimos de la mano por prados llenos de flores, ni empezó a sonar una suave música de fondo cuando nos besábamos. A mi madre no le cayó ninguna casa encima. Yo no me liberé de todo de golpe, no me convertí en un ejemplo radiante que demostraba que sólo hacía falta que llegara un caballero de brillante armadura con un martillo para romper la torre de cristal. La vida no funciona así. Pero lo intentamos, seguimos intentando día a día que esto funcione, ser honestos el uno con el otro, sernos fieles, escuchar. Mirar hacia delante, hacia lo que nos espera, en vez de mirar hacia atrás, hacia lo que hemos dejado atrás.”