“¿Desde cuándo el sexo es de vida o muerte para ti?¡Desde que es contigo!”
“De entre todas las frutas amargas de la vida, la muerte no es, ni con mucho, la peor. Lo malo es vivir lejos de una misma, que es como vivo yo desde hace años, desde que me trasladé a esta ciudad que no existe y que, sin embargo, se llama Madrid. Madrid no existe, pues; es un sueño provocado por una enfermedad, por unas medicinas que tomamos para combatir alguna enfermedad. Todos los que estamos en Madrid no existimos.”
“Es que el sexo no es para gente escrupulosa. El sexo es un intercambio de líquidos, de fluidos, saliva, aliento y olores fuertes, orina, semen, mierda, sudor, microbios, bacterias. O no es. Si sólo es ternura y espiritualidad etérea entonces se queda en una parodia estéril de lo que pudo ser. Nada.”
“—Ser judía es más algo de tu corazón que de tu mente. Para algunos, ser judío es seguir estrictamente las leyes y las costumbres de nuestros antepasados. Para otros, es ser parte de una comunidad. La religión es muy personal. Siempre estaré allí para ti si quieres o lo necesitas. Puedes elegir adoptar el judaísmo o decidir que tu vida no lo necesita. Nadie puede imponer la religión en ti o ésta no será real.”
“En el fondo, el mundo, desde dondequiera que lo miremos, se compone de insoportabilidad. El mundo nos resulta cada vez más insoportable. El que soportemos lo insoportable es la capacidad para el tormento y el dolor, durante toda la vida, de cada uno, hay en ello algunos elementos irónicos, un idiotismo irracional, y todo lo demás es calumnia.”
“¿Es que hacemos las cosas sólo para recordarlas? ¿Es que vivimos sólo para tener memoria de nuestra vida? Porque sucede que hasta la esperanza es memoria y que el deseo es el recuerdo de lo que ha de venir.”